Dalida, Iolanda Gigliotti, la estrella de los años 60's y 80's, la primera mujer en ganar un disco de diamante en reconocimiento a la cantidad de copias vendidas, con más de 140 millones alrededor de todo el mundo. Grabó canciones en más de diez idiomas y trabajó como actriz en casi una docena de producciones. Nació en Egipto, pero más adelante en su vida obtuvo la nacionalidad francesa e italiana. Era hija de un violinista de la ópera del Cairo, su hermano Bruno, "Orlando" era su productor. En 1955 fue elegida como señorita Egipto, al cabo de dos años ya había participado en una película y estaba grabando su primera canción.

 

Su vida ya había sido representada en una miniserie televisiva, pero es la primera vez que es llevada a las salas de cine. La dirección estuvo a cargo de Lisa Azuelos, la directora francesa de dramas y romances, conocida por el filme adolescente, Lol, protagonizado por Miley Cyrus; Dalida, es su cinta debut de drama biográfico. La cantante fue personificada por Sveva Alviti, una actriz italiana que posee una gran semejanza física con la artista. Entre el elenco se conocen nombres como, Riccardo Scamarcio, Jean-Paul Rouve y Vincent Pérez.

 

Jean Claude Petit, fue el encargado de crear la banda sonora para la representación cinematográfica de la vida de Dalida, el compositor frances es ganador de un BAFTA y un Cesar Awards, a mejor banda sonora, por la comedia dramática, Cyrano de Bergerac en 1994, fue también galardonado con un Joseph Plateau Award. Tras la música adicional encontramos al también francés Laurent Perez Del Mar, conocido por su trabajo para la película de animación "La Tortuga roja".

 

Una vida llena de música, dolor y desamor. El biopic expone la vida de Dalida, la forma en la que su carrera evolucionó y se logró transformar en una estrella, sus desamores y el sufrimiento que tuvo que atravesar debido a ellos, la relación con su familia y amigos. Así entonces, su vida era el principal contenido de sus interpretaciones y canciones, son estas mismas las utilizadas para la banda sonora, la letra de las canciones, en su mayoría en francés, describía lo que estaba sucediendo en la escena y en la vida de Iolanda. Cuando no se optó por utilizar su música, se prefirió el acompañamiento de instrumentos, como el violín y el piano, en ocasiones trágicas o melancólicas, por medio de melodías suaves y de un volumen bajo. En dichos cambios se puede ver reflejado las dos caras en la cotidianidad de un artista, Dalida cantaba Laissez Moi Danser, y segundos después, lo único que se escuchaba eran unos acordes suaves y lentos, sin letra que los acompañase.

 

Debido a que su vida transcurría de escenario en escenario, en repetidas oportunidades las canciones que la actriz interpretaba en presentaciones, se convertían en la banda sonora de la siguiente escena. Al final, una última balada sonó, Pour ne pas vivre seul, era la historia de Dalida, pero no sin antes concluir con una única nota de piano, larga, sostenida y aguda. "La vie m'est insupportable... pardonnez-moi"