Wind River - Nick Cave & Warren Ellis

Wind River, en español traducida como “Viento salvaje” o “Muerte misteriosa”, es una película lo bastante sórdida como para contar la frialdad de una muerte por congelamiento en una remota reserva indígena de Wyoming, Estados Unidos. Solo por empezar con señalar “Basado en hechos reales”, ya se advierte, junto a una banda sonora que desde un principio da pie a la inquietud, que la película se convertirá en una bola de nervios y tensiones. Así fue. Bajo el guion y la dirección de Taylor Sheridan, el mismo tras las líneas de “Sicario” y “Hell or High Water”.

Cuando Cory Lambert, agente del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, encuentra el cadáver de una jovencita de 18 años en la mitad de la nada, empieza el misterio que atraerá más que nieve a la reserva de Wind River. Con la presencia del FBI en el caso, la agente Jane Banner llega a la zona para desmantelar un posible crimen, un posible asesinato, o, ¿tan solo una muerte? La amplitud de la nieve que envuelve el enigma es aterradora, siendo esta protagonista de la desesperación de los personajes, de una falta respuestas que parece enterrada en capas de frío y silencio.

La nieve, como elemento, como sonido, como personaje, es clave para narrar la historia. Tan central, que el juego con ella se ve inclusive en el trabajo de Nick Cave y Warren Ellis, compositores de la banda sonora. Hay un vínculo esencial entre el enigma que se produce mientras las motonieves van recorriendo la reserva y la música incidental que pasa de tonos muy leves a rápidas y violentas composiciones. De este modo, el juego que se hace es mostrar a la nieve como un magno desierto en el que se pierda la calma, la compostura, la fe, las respuestas y hasta la vida. La noción de misterio ampara toda la película, con una excelente dirección y una secuencia de escenas muy bien logradas, la banda sonora amplía todo el espectro inquietante y el suspenso no se deja únicamente para los momentos más álgidos sino que se adiciona como un factor persistente.

Cuando la biografía de Cave sugiere que su música es de un “lirismo sórdido”, parece acertar, y predecir aquello que será su trajo. En esta colaboración entre él y Ellis notamos elementos como la decepción de los personas que se trasmites con notas largas que se suspenden para elevarse al juego de los sonidos de cuerda, amalgamados al persistente ruido de las motonieves que van y vienen sin respuesta, de las pisadas que naufragan en la nieve, de los silencios necesarios que capturan al espectador como si fuera este la nueva presa. Una gran banda sonora que se perfila únicamente en la desesperanza, en el miedo, en lo irreparable de un asesinato, en el llanto de las víctimas y sus familias. Lo que consigue la banda sonora es una monografía de las emociones que se estaban produciendo en las personas que vivieron el caso en la realidad, de quienes lo interpretaron en la ficción y aquellos que nos permitimos afectar cuando lo vemos en la pantalla.

 

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