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Ready Player One, Alan Silvestri

Existen en el cine míticas duplas que generan espectaculares resultados cinematográficos: directores y actores estelares, una pareja de protagonistas tan amados como Dicaprio y Winslet, o un guionista y un director que convergen para dar flote a una gran idea. Pero poco se menciona acerca de las colaboraciones impresionantes entre compositores y directores de cine; se sorprendería, los resultados de algunos no tienen precedente, como en el caso de John Williams y Steven Spielberg con E.T e Indiana Jones o Alan Silvestri y Robert Zemeckis con Forrest Gump y la trilogía de Back to the Future. ¿Qué pasa cuando separamos estas combinaciones majestuosas y el universo filmográfico se atreve a traer al público nuevas experiencias uniendo el trabajo de semejantes maestros? Ocurre, que Silvestri y Spielberg se unen por primera vez para consolidar una joya del cine como lo es Ready Player One.

Ready Player One es la historia de OASIS, la realidad virtual que cobija la historia del mundo en el 2045 hacia donde todos desean escapar. Wade Watts es un adolescente corriente que está detrás del enigma que el creador de OASIS legó a sus usuarios: la posibilidad de controlar aquel mundo y de heredar su fortuna, que luego de su muerte se daría a través de una búsqueda del tesoro dentro del universo completo. Esta ambiciosa apuesta es el sueño de todo gamer: realidad virtual, mapa abierto con posibilidad de interacción ilimitada, conexión sin límites entre diferentes jugadores y el reto que ampliase las perspectivas del juego. ¿Cómo mostrar dicha complejidad? La dirección de Steven Spielberg se apoya en generar escenas completas en donde todo el escenario nos cuenta una historia: el plano medio de los personajes conversando mientras en el fondo tenemos la silueta del Gigante de Hierro, los automóviles y las características variadas del mundo virtual. La visión de Spielberg nos traslada al interior de la prueba.

El potencial de esta película para convertirse en un hito cinematográfico empieza desde su apología a la cultura pop. Esto, se place como una suerte de reunión de elementos clave de la década de los 80 y 90 que los amantes de los videojuegos disfrutarán con suma avidez mientras la película los inunda de cautivadoras escenas, de inmaculados juegos entre las imágenes y la retórica musical de Silvestri que pareciera ser la sucesión de etapas de un increíble videojuego. El trabajo de este compositor no se limitó a generar la identidad de esta obra sino que además desarrolló una banda sonora que hace sentir al espectador como parte del juego, viviendo en OASIS. De tal modo que superar pruebas, encontrarse con jefes malignos de la última planta del nivel, abrir clanes y conseguir oro, suenan tan reales como habrían de sonar en Street Fighter o Pac Man, solo dos de las referencias clave con las que nos enganchan.

En principio sorprendió a muchos que Williams Y Spielberg no trabajaran juntos para esta cinta. Sin embargo, el complejo mundo de OASIS pudo ser producido con tan magnifica fantasía que Silvestri demostró el enorme potencial de su trabajo, creando una intersección entre las parejas milenarias en el cine y deleitando a los espectadores con este universo ficticio que necesitaba de dos grandes para sumo resultado. 

FICHA TÉCNICA

 

Título: Ready Player One: Comienza el juego

Título Original: Ready Player One
País: EE UU.
Dirección: Steven Spielberg.

Música original: Alan Silvestri. 

Editada por: WaterTower Music
Reparto: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Mark Rylance, Simon Pegg.

Distribuida por: Warner Bros Pictures. 

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